Área de Estudios, Subdirección Nacional de Museos.

En el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, las discusiones sobre memoria y pasado reciente refuerzan la necesidad de construir una mirada histórica basada en la verdad, la justicia y las garantía de no repetición. En esta construcción, las personas, los organismos y las instituciones ligadas a la defensa y promoción de los derechos humanos han sido centrales.

La reconstrucción de las memorias y resistencias colectivas en torno a las graves vulneraciones cometidas durante la dictadura cívico militar ha implicado, entre otras acciones, la recuperación de edificios que funcionaron como centros de detención y tortura; además de la creación de museos y salas museográficas vinculados al tema.

La Ley 17.288 de Monumentos Nacionales ha sido una herramienta para la recuperación de estos recintos de represión. Mediante la obtención de la categoría de Monumento Histórico se promueve la preservación de los espacios como forma para contribuir a la protección, promoción y educación de los derechos humanos[1]

Los espacios de memoria recuperados pueden ser resignificados de distintas formas, siendo una de estas el levantamiento de museografías en su interior. En este ámbito se identifican casos como Parque por la Paz Villa Grimaldi, Museo de Sitio Melinka- Puchuncaví, Estadio Nacional Memoria Nacional y Londres 38 espacio de memorias. También se han desarrollado proyectos museales no asociados a centros de detención o tortura, pero sí desde una intencionalidad de recuerdo de los acontecimientos y las personas implicasdos en dichos hechos, como el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y el Memorial de Paine, un lugar para la memoria. Estos museos se han establecido como agentes relevantes para el mutuo entendimiento y ejercicio reflexivo sobre la democracia. Mediante la promoción de una cultura de derechos humanos por medio de sus exhibiciones y actividades de mediación, aportan en los procesos de justicia, reparación y no repetición.

Sitios de memoria en el Registro de Museos Chile

Actualmente, el Registro de Museos de Chile (RMC) cuenta con once espacios museales que se identifican como sitios de memorias[2]. De ellos, nueve están relacionados con las memorias relativas a las violaciones a los derechos humanos cometidas en la dictadura cívico militar. Estos son: Centro Cultural Museo y Memoria de Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume, Estadio Nacional Memoria Nacional, Londres 38 espacio de memorias, Memorial de Paine un lugar para la memoria, Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Museo de Sitio Melinka-Puchuncaví, Museo Memoria Derechos Humanos Valle Pemehue a cielo abierto, Parque Cultural de Valparaíso y Parque por la Paz Villa Grimaldi.

Tabla 1. Características museos de memoria en Registro de Museos de Chile

^{Fuente: Elaboración propia sobre la base del Registro de Museos de Chile (01 de septiembre de 2023)}

La tabla 1 muestra que los espacios museales de memoria que se encuentran en el RMC se emplazan principalmente en la zona centro de nuestro país, contando también con la presencia en la zona sur. Asimismo, existe una predominancia de museos privados coordinados por corporaciones y fundaciones conformadas principalmente por familiares de personas detenidas desaparecidas, organizaciones locales u organismos creados para de la defensa de los derechos humanos. Algunas de estas son Agrupación Familiares DD.DD. Mulchén, la organización comunitaria del Centro Cultural Museo y Memoria de Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume, la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional, Londres 38 espacio de memorias, Corporación Memorial Paine y Corporación Parque Por la Paz Villa Grimaldi.

En cuanto al desarrollo de sus áreas de trabajo, destaca la orientación hacia los públicos, las comunidades y el ejercicio de la educación patrimonial en derechos humanos y memoria. Además, siete de estos museos cuentan con la categoría de Monumento Histórico.

Respecto a su vinculación con redes de apoyo, destacan la Red de Sitios de Memoria en Chile y la Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (RESLAC). La primera tiene por objetivo conformar una red de actores para transmitir, rescatar y preservar los sitios de memorias vinculados al periodo de la dictadura cívico militar en Chile. Mientras que RESLAC reúne a 52 instituciones de trece países y su principal trabajo es la recuperación y construcción de memorias colectivas sobre las violaciones de derechos humanos en la región latinoamericana.

Al analizar las misiones e historias de estas organizaciones, es posible señalar que son recintos que buscan contribuir en la reparación, construcción de memorias y educación en derechos humanos, ámbitos de acción desde donde comprenden y constribuyen a las transformaciones sociales:

^{Contribuir con la reparación simbólica, la lucha por la verdad y la justicia, las medidas de reparación integral, individuales y colectivas.}

^{(Parque por la paz Villa Grimaldi)}

^{Construir memorias en tornos a los procesos históricos, abordando las violaciones a los derechos humanos cometidos en dictadura y promoviendo el patrimonio del territorio donde se emplaza.}

^{(Centro Cultural Museo y Memoria de Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume)}

^{Rescatar el desarrollo de los derechos humanos, la educación, el medio ambiente y patrimonio de las memorias de personas, familias, grupos y comunidades.}

^{(Museo de Sitio Melinka-Puchuncaví)}

^{Ser un espacio que contribuya a que la cultura de los derechos humanos y de los valores democráticos se conviertan en el fundamento ético compartido.}

^{(Museo de la Memoria y los Derechos Humanos)}

En este sentido, los museos buscan generar discusiones reflexivas sobre los sucesos vividos, en pos de un trabajo de justicia y reparación para las víctimas de la represión y la tortura ejercida durante la dictadura; así como también para comprender los derechos humanos a través de su ejercicio y práctica en el presente.

Experiencias de los equipos de trabajo

El área de Estudios de la Subdirección Nacional de Museos contactó a los nueve sitios de memoria presentes en el Registro de Museos de Chile, con el objetivo de profundizar en su abordaje respecto a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, así como conocer los desafíos y barreras que enfrentan como espacios de memoria.

Las respuestas entregadas por quienes participaron de la consulta destacan ámbitos como la creación de acciones de mediación, la vinculación con las comunidades y la compresión de la memoria como una forma de resistencia. A su vez identifican desafíos como aumentar el apoyo desde el Estado, fortalecer su gestión y sostenibilidad, además de hacer frente a los discursos negacionistas.

Las prácticas de estos espacios culturales muestran un trabajo sostenido con diferentes comunidades y públicos a través de acciones de mediación sobre la memoria que buscan comprender y transformar el presente:

^{Trabajamos desde esa perspectiva de la memoria colectiva, creemos que la memoria no es un relato estático o que tiene un solo significado, va variando a medida que se van descubriendo datos, se van produciendo otras memorias -como las de las mujeres o niños y niñas-, se generan hitos a nivel de justicia que nos permiten trabajar narrativas sobre la verdad, entre otros factores.}

^{(Equipo Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume)}

^{Se trabaja con metodologías participativas para abordar temáticas de memoria y derechos humanos, entendidas como herramientas para comprender y transformar el presente. Para eso, se desarrollan recorridos libres, visitas dialogadas y talleres de memoria para cursos de estudiantes, grupos diversos y personas de todas las edades.}

^{(Equipo Londres 38 Espacio de memorias)}

Ejemplo de esta vinculación es la actividad Memorias de la vida en las montañas de Panguipulli, concurso de pintura que busca poner en valor las historias de niños, niñas y adolescentes de dicha comuna, contribuyendo así a la promoción de una pedagogía de la memoria y de los derechos humanos con base en la reflexión colectiva.

Acciones como estas se conciben como un trabajo desde y para las comunidades:

^{Es relevante la vinculación con la comunidad que rodea los sitios, porque efectivamente se vincula las comunidades locales, las juntas de vecinos, a los clubes deportivos, a la comunidad local a las municipalidades y a todo el entorno de personas que son parte de los sitios de memoria.}

^{(Equipo Estadio Nacional Memoria Nacional)}

^{Se debe comprender que los sitios son lugares que surgen ligados a las comunidades, por lo que su pertinencia es una dimensión que se debe potenciar respetando las articulaciones entre lo profesional y el conocimiento de quienes levantaron estos lugares, no desde una mirada paternalista o asistencialista, sino reconociendo el trabajo que realizan.}

^{(Equipo Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume)}

Desde este trabajo con las comunidades, destaca el tratamiento de la memoria como espacio de resistencia:

^{Vemos la memoria como una acción de resistencia que puede tener objetivos políticos y culturales que permiten reflexionar en conjunto sobre las demandas de diversas comunidades ante hechos de violencias o de procesos importantes para nosotros y nosotras.}

^{(Equipo Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume)}

^{Relevancia a la resistencia de la dictadura, donde efectivamente los ex prisioneros y ex prisioneras, también los ejecutados políticos y detenidos desaparecidos que están vinculados a los sitios de memoria son ejes fundamentales en relevar lo que fue la resistencia en este periodo, lo que fue y que son parte de esta conmemoración, no solo recordamos los momentos oscuros, sino también los momentos de resistencia.}

^{(Equipo Estadio Nacional Memoria Nacional)}

A su vez, la vinculación con otros actores comprende la realización de acciones conjuntas entre los mismos espacios de memoria. En esta línea encontramos la colaboración de Londres 38 Espacio de memorias con la agrupación de detenidos desaparecidos de Mulchén en la exposición Memorias del Valle Pemehue, la cual exhibe la historia y las memorias de los territorios de la precordillera en Collipulli y Mulchén.

En cuanto a los desafíos que estos museos enfrentan, se menciona la falta de apoyo del Estado en el reconocimiento sostenido para avanzar en temas de memoria desde una política pública que se haga cargo de la protección, promoción de los derechos humanos [3]:

^{En estos 33 años se ha dejado la memoria a cargo de la sociedad civil, tanto a organizaciones de derechos humanos que hacen este trabajo, pero en realidad el estado ha puesto poca voluntad tanto el política pública real, en poder transcender y empapar a la ciudadanía lo que son los DD.HH, lo que significa su protección, lo que significa promoverlos y lo que significa también para la democracia y la república.}

^{(Equipo Estadio Nacional Memoria Nacional)}

^{Entre las principales barreras podemos mencionar la falta de recursos y de una política pública de memoria que se concrete en una Ley de Sitios de Memoria.}

^{(Londres 38 espacio de memorias)}

Se reconoce que esta situación afecta el financimiento y sostenibilidad de estos espacios. Pese a las debilidades en términos de financiamiento, las organizaciones y comunidades han logrado sostener estos espacios por medio de la autogestión y la creación de proyectos:

^{El desafío siempre ha sido el financiamiento, se considera que el financiamiento a los sitios es un acto reparatorio a nivel simbólico y no como un deber del Estado, hay que entender que son los sitios quienes hacen un trabajo a partir de competencias y pertinencia que ninguna otra institución tiene.}

^{(Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume)}

^{Es necesario establecer mesa de trabajo con actores del territorio, para lograr el reconocimiento mutuo y logro de la sostenibilidad del Sitio de Memoria.}

^{(Equipo Museo Memoria Derechos Humanos Valle Pemehue a cielo abierto)}

^{En la actualidad solo tenemos declarados 46 sitios de memoria y de esos 46 sitios, solo cinco reciben financiamiento (…) Por lo tanto, los pocos sitios que tenemos financiamiento, que tenemos recuperado el sitio (porque además la declaratoria no te permite tener recuperado el sitio), hacemos un trabajo de memoria diario.}

^{(Equipo Estadio Nacional Memoria Nacional)}

Por último, existe preocupación frente a la circulación, en distintos espacios públicos, de discursos negacionistas sobre las violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura cívico militar:

^{Existe un negacionismo creciente y los obstáculos de algunos directivos de escuelas que se oponen a que sus estudiantes visiten los sitios de memoria.}

^{(Londres 38 espacio de memorias)}

^{Sabemos que estamos enfrentando, en diferentes periodos en el mundo, discursos y prácticas negacionistas, y seguirá sucediendo. Pero con una visión de Estado que potencie los sitios de memorias y el trabajo de las organizaciones, se puede aportar en contrarrestar y sancionar dichas prácticas.}

^{(Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume)}

Estas prácticas negacionistas ponen en evidencia en la necesidad de seguir avanzando en la protección y promoción de los derechos humanos y, junto con ello, construir democracia desde la verdad, la justicia y las garantías de no repetición.

El ejercicio de la memoria desde lo patrimonial, permite reflexionar sobre el rol de los museos como agentes de transformación social y el papel que juegan en la construcción de miradas respetuosas de los derechos humanos, la memoria y la democracia. Fortalecer el trabajo desarrollado por los equipos de los museos de memoria es central para seguir levantando una cultura de respeto hacia los derechos humanos, considerando su carácter universal e inalienable.

Agradecemos a los equipos de trabajo de los museos que colaboraron con esta nota:

• Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume
• Estadio Nacional Memoria Nacional
• Londres 38 espacio de memorias
• Museo Memoria Derechos Humanos Valle Pemehue a cielo abierto