En una situación de crisis, salvar vidas es la prioridad número uno, pero -de acuerdo al ICCROM- también las personas que han sido afectadas tienen derecho a recibir asistencia para asegurar la continuidad de sus culturas e identidades. Es por ello que el CNCR ha preparado un documento que entrega recomendaciones básicas para proteger el patrimonio cultural mueble de las regiones que han sido afectadas por incendios de magnitud, y también para tenerlo en consideración ante futuras emergencias.
Este tipo de catástrofe es una crisis compleja, ya que afecta los sistemas de vida de diversas personas y a la vez involucra a muchos actores y organizaciones que se deben coordinar durante la emergencia. Las recomendaciones que se entregan tienen como finalidad ayudar a la planificación de una posible evacuación, o bien, prevenir los riesgos derivados de la polución provocada por el humo y las cenizas.
