Portar la Devoción, es una muestra de objetos religiosos de uso personal, formada por relicarios, medallones, crucifijos y escapularios de origen hispanoamericano y europeo, cuya característica común es la devoción vinculada con el cuerpo que "lo carga o lo lleva, ya sea debajo de la ropa", como los escapularios, o como encolpium o relicario portátil, que se usa alrededor del cuello, en forma de medallas o cajitas que en su interior contienen una imagen, inscripciones o restos de pertenencias de santos después de su muerte.
Cada uno de estos objetos religiosos devocionales, es heredera de un sistema visual, que une la "Devotio Moderna", (devoción moderna) del siglo XV, surgida gracias a la imprenta y su capacidad de acceso a la reflexión laica de la biblia y al uso personal de series ilimitadas de imágenes, la que es ratificada por el Concilio de Trento (1563); quien consagró la función de las imágenes como instrumento de extraordinaria eficacia para efectos del adoctrinamiento y propaganda de la religión Católica.