La Casa Colorada y el Museo de Santiago. Mansión señorial construida entre 1769 y 1779, resalta como un hito arquitectónico, histórico y patrimonial del centro de la ciudad de Santiago. Testigo silente de los profundos cambios que han afectado el corazón de la ciudad, la Casa Colorada, posee una especial relevancia histórica por ser en sus primeros treinta años la residencia particular de Mateo de Toro y Zambrano, personaje conocido principalmente por su labor como presidente de la Primera Junta Nacional de Gobierno en 1810. La Casa Colorada, elevada a la categoría de Monumento Histórico en 1977, nos conecta y remite a aquellas cualidades urbanas y arquitectónicas que dominaron en el entorno de la Plaza de Armas durante el período colonial. Como parte de un esfuerzo integral destinado a revitalizar el casco histórico de la ciudad, proteger sus principales inmuebles patrimoniales y, finalmente, abrir este tipo de espacios al disfrute de todos los habitantes de la ciudad, el municipio adquiere la Casa Colorada en la década de 1970, y luego de someterla a un complejo proceso de restauración, la convierte en el Museo de Santiago, iniciando este último una amplia labor educativa y de extensión artística, que enriquece los circuitos culturales presentes en el corazón de la urbe.
Producto de los daños estructurales ocasionados por el terremoto del 27 de febrero de 2010, el Museo tuvo que cerrar las puertas al público y dedicarse a una acuciosa restauración del edificio y preparar una nueva museografía. Ambos proyectos vieron la luz el 31 de agosto de 2024, con la emotiva y tan esperada reapertura de la Casa Colorada.