El Museo cuenta la historia de los primeros reproductores musicales, desde la aparición de la escritura musical, la cual remonta aproximadamente del año 800, pues, en plena Edad Media el Papa Gregorio el Grande (de ahí viene el nombre de "Los cantos Gregorianos") ordenó la codificación de todos los cantos existentes con los cuales contaban. Allí aparecen los primeros garabatos llamados bosquejos taquigráficos.
Hay que mencionar que antes de este acontecimiento, los cantos se traspasaban solamente por memoria a través del tiempo entre una persona y otra. Luego a principio de los años 1.000 en Italia, el Monje Guido de D'Arezzo (monje benedictino, teórico musical y figura central de la música de la Edad Media) elabora el sistema de notación musical que conocimos actualmente: do, re mi fa sol la si do.
A fines del 1.700 los artesanos creadores de los relojes suizos usan esta tecnología de relojes para crear las primeras cajas musicales. En 1877 Thomas Alba Edison crea el primer reproductor y grabador de voz llamado fonógrafo Edison, En 1890 aparece el primer gramófono creado por Emile Berliner. En 1920 aparece las primeras emisoras radiales y la tecnología a tubos, con este acontecimiento aparecen las primeras radio receptores a tubos. En la década del 50 se masifica la tecnología a transistores.
Sobre lo mencionado, el museo cuenta con un espacio dedicado a las cajas musicales con más de 200 años y muchas se pueden oír, un Fonógrafo Edison y un fonógrafo de los hermanos Pathé funcionando. Además de contar con cinco tipos de gramófonos, más de 20 emisoras radiales de tecnología de tubos funcionando y 15 equipos de transistores funcionando.
Se realizan visitas guiadas donde los aparatos se pueden ver y oír con la música de cada época. Contando con una exposición de 12 muebles radios tocadiscos y un mural del vinilo.